ANILIA EN LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE DISCAPACIDAD
El pasado martes 31 de mayo tuvo lugar la Comisión Especial de Estudio sobre Discapacidad en las Cortes Valencianas, a la cual pudimos asistir, representados por nuestro profesional en psicología, Pablo García, y así dar a conocer un poco más la realidad de las personas con Inteligencia Límite y poner sobre la mesa aquellas necesidades que requieren de respuestas y apoyo por parte de los poderes públicos.
«La Inteligencia Límite es una discapacidad esquiva, que muchas veces no es detectada por una falta de rasgos físicos y por falta de información y formación sobre ella.
Es una discapacidad que se encuentra permanentemente en tierra de nadie, sin una definición conceptual que realmente la represente, sin estudios suficientes que sirvan para conocer toda su complejidad.
En definitiva, es una discapacidad invisibilizada, minusvalorada y desatendida.»
«Dentro de unos criterios francamente injustos del Ministerio de Asuntos Sociales, se asigna a la Inteligencia límite un porcentaje de discapacidad entre el 15 y el 29%. Y luego, tenemos diferentes tendencias según cada Comunidad Autónoma en moverse dentro de los márgenes altos de esa horquilla, o moverse por los bajos. Y dentro de esos márgenes ya excluyentes para nuestro colectivo, nuestra Comunidad hace tiempo que decidió moverse en cifras cada vez menores, asignando porcentajes de discapacidad cada vez más alejados del 33% que merecen para poder acceder a recursos que necesitan.»
«Desde Anilia solicitamos lo siguiente:
– Realización de investigaciones sobre la inteligencia límite que lleven a una definición conceptual clara sobre la misma, ya que apenas hay estudios y los que hay, generalmente son realizados por Entidades como nosotros, con recursos limitados.
– Reconocimiento de la Inteligencia límite, en los límites establecidos por la OMS como merecedora de un 33% de discapacidad.
– Apoyo y patrocinio a las Asociaciones y Fundaciones en atención a su labor de utilidad pública conforme a sus necesidades reales, reconociéndolas como puente válido y necesario entre las personas con esta discapacidad y la administración.
– Formar a los equipos de orientación pedagógica en la detección de niños con inteligencia límite, introduciendo en el currículo de magisterio, así como en las oposiciones del cuerpo de docentes, temas específicamente referidos a este colectivo.
– Fomentar el concierto educativo para el colectivo de personas con Necesidades Educativas Especiales y aumentar la financiación de los Programas Formativos de Cualificación Básica para alumnos con dichas necesidades.
– Aumentar la oferta de plazas públicas residenciales y de pisos tutelados, actualmente casi inexistentes
– Y finalmente, crear recursos específicos para personas con inteligencia límite acorde a sus características y necesidades, dado que además, para acceder a Centros Ocupacionales o Centros de día se exige el Grado 1 de Dependencia, para cuya obtención también encuentran mil y una trabas.»